HISTORIA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN FEBRERO 11 DE 2017 en www.fashionvitrine.com
Antonio López puede ser sin temor a equivocación el ‘influencer’ por excelencia. Fue el ‘It Boy’ de una era en la que no existían las redes sociales y que los cambios que impuso en el mundo de la moda quedaron inmortalizados en miles de ilustraciones y fotografías que hoy son deseados por muchos y objeto de estudio. Pero también en la carrera de las modelos que descubrió y de todo aquél que le conoció.
Por Juan Soto-Meléndez / @JuanEnVitrina
Su ojo agudo fue clave para el descubrimiento de mujeres como Pat Cleveland o Jerry Hall, a quienes convirtió en sus chicas por excelencia. Antonio inspiró a una innumerable cantidad de personas, entre ellas a Karl Lagerfeld o Andy Warhol. Todos querían estar a su alrededor.
FELIZ CUMPLEAÑOS, ANTONIO
Este sábado 11 de febrero de 2017 Antonio López (1943-1987) hubiese cumplido 74 años, y el mes próximo (17 de marzo) cumplirá 30 años de su partida, víctima del Sida. Treinta años en los que el nombre de este puertorriqueño ha resonado en la mente de los amantes e historiadores de la moda internacional. Tras su muerte, a los 44 años, Antonio, sin duda alguna, pasó a ser una leyenda y su nombre se labró en piedra en los libros que llevan por categoría ‘fashion’.
Además de su trabajo como ilustrador en las más prestigiosas publicaciones como WWD, Vogue, Harper’s Bazaar, Elle, Interview o The New York Times, Antonio también realizó importantes campañas para las casas de moda del momento, definiendo las décadas del 60, 70 y 80.
De Antonio existen importantes publicaciones, algunas realizadas por él, siendo la más famosa y emblemática Antonio’s Girls (1982), un libro que nos adentra a un mundo incomparable, ensoñador, protagonizado por sus ‘Girls’: Pat Cleveland, Grace Jones, Tina Chow, Jessica Lange, Jerry Hall.
También, Antonio’s Tales From The Thousand And One Nights (1985) en los que ilustró los famosos cuentos árabes de una edición basada en la traducción Sir Richard Burton.
Tras su muerte, muchas otras publicaciones han sido editadas por sus amistades, incluyendo su compañero Juan Ramos, su alter ego, parte fundamental del éxito y desarrollo profesional de Antonio.
Ese libro lleva por nombre Antonio, 60, 70, 80 (1995). En el 2001 se editó en italiano uno llamado Antonio’s Dreams, que incluye una colección de dibujos, curado por Graciano Frediani. Luego llegó Antonio’s People (2004), por Paul Caranicas, que además de ilustraciones, incluye fotografías realizadas por Antonio, algunas en formato tradicional y otras instantáneas de Polaroid.
Instamatic, Antonio Lopez, (2011) es el más provocativo y sexual. Es una oda a su ojo de fotógrafo tras descubrir la Kodak Instamatic 100.
Ese libro incluye una entrevista realizada a Antonio por Micahel McKenzie, en junio 28 de 1976, tres años después de Antonio haber adquirido esa cámara. Fashion, Art, Sex & Disco (2012) llega de la mano de Roger Padilha y Mauricio Padilha, en el que también se analiza el fenómeno Antonio.
Los homenajes a Antonio no han cesado. El año pasado, por ejemplo, el Museo del Barrio le dedicó su gala anual y años previos (Fall 2013) la casa de cosméticos MAC desarrolló una colección exclusiva en su honor. Pronto seremos testigos del estreno del primer documental creado para honrar su legado, de la mano de James Crump. Le ha llamado Antonio Lopez, 1970 Sex, Fashion & Disco y cuenta con la participación de quienes le amaron, incluyendo sus ‘girls’: Jessica Lange, Jerry Hall, Grace Jones, Karl Lagerfeld, Patti D’ Arbanville, Joan Juliet Buck, Grace Coddington, Yves Saint Laurent, Bill Cunningham y Michael Chow, entre otros.
Su historia también se puede ver en Instagram, gracias a la cuenta @antonio_and_juan, administrada por una entidad llamada The States of Antonio Lopez and Juan Ramos.
MI HOMENAJE EN EL CUMPLEAÑOS DE ANTONIO
En honor a Antonio, artista puertorriqueño, radicado en la ciudad de Nueva York desde que tuvo 8 años -a donde llegó desde Utuado, Puerto Rico junto a su familia- comparto una “entrevista” que me hubiese encantado hacerle. Hubiese estado muy nervioso e intrigado por tantas cosas que he visto de él en estos libros y de las que hubiese querido hablar con él.
Mi ‘entrevista’ está basada en el escrito en primera persona que Antonio escribió para el folleto informativo (abajo) que se diseñó en su honor para conmemorar la exhibición realizada en el país que le vio nacer: “Antonio“, (del 5 de abril al 5 de mayo de 1984) en el Museo de Bellas Artes de Puerto Rico I.C.P. Calle Cristo 253, Viejo San Juan.
En esta ‘entrevista’, las respuestas por obvias razones llegaron primero y quedaron plasmadas para siempre en este documento histórico. Las preguntas llegan de mi encuentro imaginario con esta leyenda de la moda. En mi ‘conversación’ con Antonio, nos cuenta cómo fue su infancia, lo que recuerda de aquellos primeros años en Nueva York y la simpática historia de cuando su papá, Francisco López, le entregó una postal de la Florida, diciéndole que era La Gran Manzana. Incluso, hace importantes revelaciones muy impactantes, nunca antes leídas. Recuerda a su mamá, María Luisa, con mucha nostalgia.
Pero también, nos relata cómo fueron aquellos años en París donde -como ya había ocurrido en NYC- el arte, la moda y el sexo definieron su vida y su carrera, pero también la de un importante grupo de jóvenes ‘influencers’, que hoy siguen siendo noticia. Alucina cualquiera al tener detalles íntimos de sus vacaciones en St Tropez junto a Karl Lagerlfeld. Y precisamente de él habla en detalles, desde el día que se conocieron hasta el día que su amistad terminó. A Karl Lagerfeld lo conoció en París y pudo entablar una estrecha amistad gracias a los años que Antonio y Juan Ramos vivieron en esa ciudad francesa.
– Antonio, gracias por este tiempo. Tu vida ha sido un torbellino y hoy llegas al país que te vio nacer. Pero para aquellos que no te conocen: ¿De dónde vienes, Antonio? ¿Cómo y dónde comienza tu historia?
– Nací en Utuado, que es un pueblo en las montañas de Puerto Rico. Mi madre (María Luisa Cruz) se casó a los 14 años. Mi padre (Francisco López) tenía 17 años. Fue un matrimonio arreglado por las familias. Vivimos allí hasta que tenía cinco años. Mis recuerdos de aquellos tiempos son muy claro: cuando comencé a dibujar a la edad de 2 años, mi madre hacía ropas. Yo pasé la mayor parte del tiempo con ella dibujando vestidos y haciendo vestidos de las sobras de telas que ella me daba. Era muy extraño, porque mi papá era muy alentador. Cuando me molestaba, en vez de darme un bate de baseball, el me compraba una muñeca. Nos fuimos de allí cuando mi papá fue alistado por el ejército y enviado a San Juan donde yo pasé la mayor parte del tiempo con mi abuela. No fui a la escuela hasta que llegamos a los Estados Unidos, cuando tenía 8 años. Aprendí a leer y a escribir gracias a mis abuelos.
– ¿Pero eras hijo único?
– Tengo dos hermanos menores. (Roberto y Herbert).
-¿Siempre habías querido vivir en los Estados Unidos?
-Siempre tuve un sueño de venir a los Estados Unidos. Una vez mi papá me enseñó una postal de la Florida y me dijo que era la ciudad de Nueva York. Era una fotografía llena de flores, de palmas y sol. Desde entonces quise ir a Nueva York. Por fin, llegué a Nueva York una noche en que las temperaturas estaban bajo cero, nada de preparado y desilusionado por los edificios tan altos y por la atmósfera gris de mi nuevo hogar en Spanish Harlem, pero pronto me acostumbré a mi nueva vida.
-¿Qué más recuerdas de esos primeros años en Nueva York?
-Mi papá trabajaba en ese momento haciendo maniquíes y era increíble cómo él podía moldearlos y pintarlos. Yo acostumbraba trabajar con él después de la escuela colocándole cabello a los maniquíes. Estuve expuesto a la moda por mi mamá y gracias a mi papá pude hacer muñecas y hacerles los looks. Fue un tiempo increíble, mis fantasías fueron cumplidas. En otros aspectos, llevé una vida bastante normal, jugando baseball y haciendo cosas que cualquier niño hace. Pero siempre tuve la idea de que mi casa era la más divertida.
-¿Que recuerdas de tus años en la escuela?
-En la escuela siempre estaba con las niñas más lindas y eso fue porque las entendía: sabía lo que les gustaba y como complacerlas cuando otros chicos estaban muy ocupados intimidándolas y molestándolas. Yo las estaba consintiendo.
-Y de tu mamá. ¿cómo recuerdas a doña María?
-El primer cambio de imagen real fue el de mi mamá. Ella floreció cerca de los 28 años, cuando se convirtió en una mujer hermosa, increíblemente hermosa. Ella coleccionaba zapatos, por lo que yo también me interesé mucho, al grado de obsesionarme. Ella era el tipo de mujer que exudaba sexo. Y todo se aprende. Así que yo aprendí temprano que con muy poco puedes hacer mucho y llegar muy lejos, y eso es lo que le enseño a todas mi chicas ahora.
-Pero, ¿como fue tu crianza, que valores te inculcaron?
-Me crié como católico, pero mi padre era un sanador espiritual por lo que también fui influenciado por la magia blanca y su aura mística.
-¿Siempre te interesó el dibujo.
-Alrededor de los 11 años, decidí que quería bailar, y por algunos años bailé tap en algunos shows de televisión. Pero pronto cambié mi opinión y volví a mi interés principal, que fue el dibujo. Siempre gané concursos y medallas y fue animado por mis maestros para continuar con mi carrera artística.
-¿Cuando es que comienzas a dibujar ilustraciones de moda?
-Fue en la escuela superior que mis maestros me recomendaron hacer ilustraciones de moda, porque dibujaba muy bien, y pensaron que después podía ser diseñador. Me dieron el mismo consejo en el Fashion Institute of Technology (FIT). Pero el departamento de ilustración del FIT me quería por lo tanto me mantuvieron con ellos. Siempre tuve en mi mente diseñar ropa.
-Tu trabajo es muy sensual y sexual. Lo bello parece no tener género para ti. Las ilustraciones de hombres son hermosamente provocativas y has hecho de lo homo-erótico algo normal en la moda. Sin embargo, siempre dejas espacio para la imaginación. Quisiera saber, ¿prefieres el cuerpo desnudo o vestido?
-Para mí el cuerpo humano no es sexy por naturaleza. La ropa es responsable de hacernos consientes de nuestra sexualidad, mientras que la desnudez deja poco a la imaginación. La ropa puede aumentar la sexualidad. Es como la verdad, cuando es muy obvia – no hay espacio para nada más. Creo que la ropa nos da muchas opciones y posibilidades.
-¿Te gustaría diseñar?
-Tal vez mi interés por diseñar es mi intento de hacer lo que mi mamá siempre quiso hacer pero que nunca fue exitosa en ello. Tal vez sería mi tributo a ella.
LOS AÑOS EN PARÍS
-Antonio, de Nueva York, te mudas a París y cambias la movida de la ciudad. Una de esas grandes personas con las que te topas en tu camino fue a Karl Lagerfeld. ¿Cómo lo conoces?
-Conocí a Karl Lagerfeld en su showroom en París mientras yo realizaba un trabajo especial para Elle Magazine, en 1969. Luego me mudé a Paris para instalar un estudio y comenzamos a socializar y rápido nos convertimos en amigos cercanos. Karl nos consiguió un apartamento en Boulevard St. Germain, que rápido se convirtió en el refugio para las modelos y las celebridades de la moda de todo tipo que llegaban de los Estados Unidos. Muchas modelos llegaban a París por varias razones: algunas sin dinero, otras solo para saludar, y algunas con la esperanza de comenzar una carrera. Algunas de ellas como Grace Jones, Eija, Jerry Hall, Pat Cleveland, Tina Chow y Jessica Lange fueron las más cercanas a mí.
-¿De qué época estamos hablando?
-Esto fue a finales de los 60, cuando el movimiento del Pop Art comenzó a influenciar la cultura francesa. Yo traje ese sentimiento a la realidad de las ilustraciones de moda y mis modelos re introdujeron los ‘hot pants’ y los tacones de aguja, fue el regreso de la rubia platinada y de las bellezas negras.
-¿Qué representaba Karl Lagerfeld en todo esto?
-Todos compartíamos una inspiración en común por las tendencias existentes y todos teníamos un ojo agudo para definir lo que pasaría luego. Karl se convirtió en algo así como un patrón a seguir. Él se aseguró de que nosotros y nuestras amigas Donna Jordan, Jane Forth y Corey Tippin pudiéramos expresar nuestro estilo en todo París y en la Riviera Francesa.
-¿Y qué representó esto para la ciudad?
-Fue un tiempo muy excitante en París y fuimos responsables de revitalizar la vida social en La Coupole, Cafe Flore y en el entonces desconocido Club 7. Esto fue antes de que la era del disco fuera inventada. Nosotros salíamos todas las noches y bailábamos hasta que las barras cerraran, apoyando Club 7 hasta convertirlo en lo que es hoy (circa 1984). Inventamos nuevos pasos de baile. Antes de llegar allí, lo franceses apenas podían bailar, todavía estaban haciendo el Lindy. Nosotros llevamos la cultura americana y por medio de Karl pudimos exponerla de una manera muy influyente y poderosa.
-He visto fotografías de tus vacaciones y parece que los editores de moda se inspiran en tu estilo de vida. En esos años eras un ‘influencer’. ¿Cómo eran las vacaciones de ustedes?
-Durante el verano, Karl rentaba una villa muy grande en St. Tropez y todos viajábamos allá en primera clase. (Karl se aseguraba de hacer las reservaciones con mucho tiempo de anticipación). Tomábamos el Tren Blew, y el vagón de equipajes se llenaba solamente con nuestras maletas. Esto incluía la más reciente colección de Karl, ropa a la medida de Cerutti (Nino), joyas de los mejores establecimientos de París, incluyendo piezas Lalique, sombreros de copa, sombrillas. Fue un tiempo en el que todo el mundo llevaba más maquillaje, tenían el cabello largo y se cambiaban de ropa por lo menos tres veces al día. Perfumes como Tabac Blanc, Fracas, Jacque Fath inundaban el aire. Rentábamos nuestro propio bote y siempre teníamos un Rolls Royce a nuestra disposición. En fin, un montón de ‘juguetes’ para jugar, a cambio de nuestra compañía e inspiración. En realidad, pudimos desarrollar una amistad muy profunda.
-Antonio, también has tenido una relación muy estrecha con Andy Warhol. ¿También se vio influenciado por ti y tu grupo?
– Teníamos juventud y sensibilidad. Una de las chicas que traímos fue a Patti D’Arbanville. Ella tenía 17 años. Andy Warhol vino luego y ella terminó en una de sus películas. El tipo de chicas que nosotros traíamos inspiraban a todo el mundo, eran muy frescas y llenas de vitalidad. Una vez le hice un peinado a Paloma Picasso, y meses después, todas las modelos fueron fotografiadas con el mismo peinado. Mis modelos casi siempre terminaban trabajando con Guy Bourdin y Helmut Newton. En 1977, en la pasarela de Yves Saint Laurent, cinco de sus modelos eran chicas anglosajonas que yo descubrí y convertí en modelos.
-Ya la relación con Karl no es tan estrecha. ¿Qué pasó?
– Trabajamos mucho y crecimos mucho. Nuestra amistad terminó cuando sentimos necesidad de volver a los Estados Unidos y Karl se encaminaba a su era del siglo 18. Comenzamos a crecer en diferentes direcciones. Aunque la cercanía entre nosotros es para siempre. Yo todavía siento de alguna manera que somos parte de una misma familia.
-¿Y qué ha significado tu regreso a Nueva York?
– Desde que volví a Nueva York y re establecí mi estudio, mi carrera ha crecido a un ritmo vertiginoso. El cine, los libros, todo es parte ahora del repertorio de mi trabajo. Mi inspiración viene de todas partes, pero mi verdadera energía siempre ha estado aquí y mis años en París solo me ayudaron a reforzar mi creencia de que mi fuerza creativa emerge de la vitalidad de la ciudad de Nueva York.
Gracias, Antonio, por este tiempo. ¡Feliz Cumpleaños!